¡BIENVENIDOS A LA REACCIÓN!

¡¡Bueno días a todos!!
Hoy hace es un día buenísimo para comenzar mi vida bloggera.
Para los que no me conozcais, soy una estudiante de enfermería excelente (aunque mis notas no lo reflejen), y este año estoy en tercero, en la Universidad Europea de Madrid CAV, un centro pequeñito, pero matón. Amo mi profesión. Me parece dificil como ninguna otra, ya que no solo te vale con estudiar, con utilizar la imaginación y el ingenio, como podrías hacer en otras muchas carreras. En enfermería prevalece el corazón, los sentimientos y la comunicación, cosa que para hacer puentes, por ejemplo, no se tiene en cuenta. Es puramente vocacional, y en cierto modo, creo que es el tesoro más valioso de las profesiones.

Para los que ya me conoceis de clase, pediros perdón por haber tardado tanto en expresaros mi perfecta comprensión de los asuntos que debatimos en clase, ya que se que todos apreciais mucho mi opinión y que habeis echado de menos mis comentarios en blog, pero yo estoy aqui dando guerra (como se nota que la clase que dimos de autoestima me llegó al alma).

Se que este blog es principalmente una herramienta para aprobar la asignatura de Habilidades para comunicar y educar en salud, pero yo espero mucho más de este espacio de reflexión. Quiero mantenerlo después de terminar las clases, para que mi comprensión del mundo no solo sirva para verse reflejado en una nota, en una mera calificación, sino que pueda servir para que muchas otras mentes alocadas como la mía puedan echar a volar su imaginación, reflexionar con los temas que yo comento e indignarse con los asuntos que nos atañen...Es decir, para no ser unas mentes acartonadas, meros espectadores de los acontecimientos que pasan alrededor, sino ser los directores de la pelicula, controlar y comprender todo lo que vemos, oimos y sentimos.
Decir adiós a estar viendolas venir en el sofá...¡¡Bienvenidos a la reacción!!


viernes, 11 de noviembre de 2011

¡Tengo un "Mensaje Oculto" para ti!

Esta dinámica me ha quedado bastante clara...¡Yo era una de las que participaban!
Es algo poco habitual que yo participe en una dinámica, la verdad. No suelo participar, porque me da miedo tener que hacer alguna actividad y no estar a la altura de las circunstancias, o no saber qué hacer. En este caso hemos salido tres personas (Elisa, Guiomar y yo), y la profesora nos ha explicado una por una lo que teníamos que hacer, sin que las otras dos supieran que era lo que debían hacer las demás.

Mi cometido era contarles a  Elisa y a Guiomar alguna experiencia, lo que quisiera. No parece muy difícil. Luego entendería  que el tema del que hablara era lo de menos. Al entrar en clase nos colocamos en una silla cada una: yo de cara a mis compañeros de clase; Guiomar a mi lado, cerca de mi;  Elisa al otro lado, un poco más alejada, y dándome un poco la espalda con la silla. Me puse a contar lo que hice el fin de semana, y me di cuenta de que Elisa no me miraba. Me puse muy nerviosa nada más empezar, porque no  entendía por qué ella tenía esa actitud, y no podía seguir el hilo de lo que le estaba contando a Guiomar, que seguía con interés cada palabra que decía. Después de intentar captar la atención de Elisa, para que me escuchara con tanta avidez como mi otra compañera, desistí en mi intento, y seguí contándole todo a Guiomar, obviando la presencia de Elisa. Al final entendí que de eso precisamente se trataba: De demostrar que cuando quieres expresar algo y ves que una persona no está atenta, no muestra interés o no te mira, vas a dejar de hablar con ella, porque no te sientes escuchado. En cambio, si la otra persona muestra signos de comprenderte, de escucharte, te mira a los ojos cuando le hablas y te hace alguna pregunta para cerciorarse de que comprende lo que le estas diciendo, no vas a tener problema en contar todos los detalles de tu vivencia.

Me he sentido un poco mal, porque también es verdad que a mitad de la conversación he pasado literalmente de Elisa. Iba a preguntarle que qué le pasaba, que porqué no me estaba mirando, pero no le he dicho nada porque sabía que formaba parte de la dinámica del juego, y no serviría de nada que se lo preguntara, pues no me contestaría. Además, los roles estaban bastante bien seleccionados, porque yo soy una persona que no aguanta no sentirse escuchada, Guiomar siempre te escucha, pero a veces no te mira cuando lo hace, y eso es como si no lo hiciera, y Elisa siempre muestra mucho interés en lo que dices, por lo que el papel de “persona que te ignora” le ha debido de costar muchísimo.

Creo que en una situación real de este tipo habría reaccionado de otra manera. Cuando Elisa no me estaba escuchando yo quería preguntarle “¿porque no me escuchas?”, porque creía que eso era lo que debería hacer en el juego. Pero en la vida real, cuando han surgido situaciones parecidas en mi vida, directamente he optado por no hablar, porque no tiene sentido estar intentado contar algo que para ti es muy relevante a una persona que no te está escuchando. No se trata de que quieras contar lo que te pasa por contarlo, de que quieras hablar a toda costa. Se trata de que cuando hablas tienes la obligada necesidad de ser escuchado, de que muestren interés por lo que dices. Hablo a nivel general, porque entiendo que a nadie le gusta sentirse ignorado. En mi caso odio que cuando estoy hablando no me estén mirando, o de repente salgan con otra conversación, obviando lo que yo he dicho. Pero por otro lado soy consciente de que yo también lo hago, sobre todo cuando hablo con mi familia, que muchas veces estoy más atenta de la televisión de lo que me están diciendo. Esto me hace caer en la cuenta de que quizás debería poner el mismo empeño en escuchar a la gente, como lo pongo en que se me escuche.  


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