Cuando tengamos que trabajar debemos tener en cuenta que cada persona es diferente, y por lo tanto cada situación también lo será. Cada persona reacciona de una manera, pero podemos tener una idea de como encarrilar las diferentes situaciones que se nos puedan presentar. Aqui hay un listado de estas, como de algunas situaciones que debemos evitar. No son la fórmula mágica, pero nos da una idea.
Profesional empático: Se inicia la comunicación entre enfermero-paciente después de una pequeña presentación. El paciente expone su problema o preocupación, mientras que el enfemero muestra signos de ponerse en su lugar. Realiza preguntas según lo que el paciente le va comentando, y realiza afirmaciones para reafirmar que le ha entendido perfectamente y que le tiene en cuenta (cada día le veo peor).
Profesional cansado explica el cansancio: Nada más terminar la presentación entre paciente y el enfemero, éste último explica que está cansado, y se disculpa de antemando por los momentos en los que no pueda prestarle toda su atención o parezca distraido. Así, el paciente comprenderá que no dejamos de ser humanos, y que podemos estar fatigados como todo el mundo. Además, nos evitaremos que el paciente se indigne al ver la situación.
Profesional explica tiempo del que dispone: El profesional recibe al paciente, y le comenta que tiene 10 minutos para expresarle sus problemas, así que debe priorizar, porque si no lo hace, él no dispondrá de tiempo para poder ayudarle. Así el paciente sabe que no se puede explayar más de lo justo y necesario.
Paciente ansioso: Se presentan, y el profesional, al ver al paciente tan estresado muestra mucha preocupación. El paciente comenta que el estrés se debe a que su madre está mala y el carece de tiempo para otra cosa que no sea ella. El profesional repite algunas de las cosas que ha dicho el paciente, para cerciorarse de que lo ha comprendido bien.
Paciente agresivo: El profesional se presenta, y nada más terminar, el paciente empieza a criticar al sistema sanitario, diciendo que está arto de los profesionales de salud, porque nadie tiene idea de lo que le pasa, y va rotando de un sitio a otro. El profesional intenta aplacar la situación intentando empatizar, y llegar a un acuerdo con el paciente. Le ruega comprensión al paciente, y se compromete con él a intentar darle solución a su problema (tampoco hay que dar falsas esperanzas), además de procurar explicarle todo punto por punto. Utiliza las mismas expresiones que el paciente, dandole mucha importancia a la comunicación no verbal.
Paciente indiferente: El enfemero se presenta, y pregunta por el motivo de la consulta. El paciente refiere que no tiene ningún problema, que el motivo de su visita es que le ha obligado su mujer a ir. Como al paciente le da igual el problema, lo mejor sería citar a ambos, marido y mujer, para realizar una entrevista conjunta y poder averiguar si realmente no hay un problema.
Feedback: Se presentan y acto seguido el paciente expone que su problema. El profesional escucha atentamente, hasta que el paciente termina de hablar. Después va realizando preguntas, para poder entenderlo mejor. Además reformula a modo de pregunta algunas de las frases del paciente para ver si lo ha entendido adecuadamente.
Estos son dos ejemplos que no deberíamos evitar:
Profesional cansado: El profesional de enfermería está cansado, y no hace mucho caso al paciente, por lo que este se enfada. Es cierto que el profesional no está haciendo bien su trabajo porque esta medio dormido, pero a pesar de ello, se enoja con el paciente cuando este sugiere que puede venir otro día.
Profesional no explica del tiempo del que dispone: El enfermero se presenta, y el paciente empieza a contar su problema. Apenas lo ha terminado, el profesional le comenta que ya no hay tiempo para más, y que tendrá que venir otro día. El paciente se enoja, porque no le ha dado tiempo a llegar a lo importante, y no le ha solucionado nada.
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