¡BIENVENIDOS A LA REACCIÓN!

¡¡Bueno días a todos!!
Hoy hace es un día buenísimo para comenzar mi vida bloggera.
Para los que no me conozcais, soy una estudiante de enfermería excelente (aunque mis notas no lo reflejen), y este año estoy en tercero, en la Universidad Europea de Madrid CAV, un centro pequeñito, pero matón. Amo mi profesión. Me parece dificil como ninguna otra, ya que no solo te vale con estudiar, con utilizar la imaginación y el ingenio, como podrías hacer en otras muchas carreras. En enfermería prevalece el corazón, los sentimientos y la comunicación, cosa que para hacer puentes, por ejemplo, no se tiene en cuenta. Es puramente vocacional, y en cierto modo, creo que es el tesoro más valioso de las profesiones.

Para los que ya me conoceis de clase, pediros perdón por haber tardado tanto en expresaros mi perfecta comprensión de los asuntos que debatimos en clase, ya que se que todos apreciais mucho mi opinión y que habeis echado de menos mis comentarios en blog, pero yo estoy aqui dando guerra (como se nota que la clase que dimos de autoestima me llegó al alma).

Se que este blog es principalmente una herramienta para aprobar la asignatura de Habilidades para comunicar y educar en salud, pero yo espero mucho más de este espacio de reflexión. Quiero mantenerlo después de terminar las clases, para que mi comprensión del mundo no solo sirva para verse reflejado en una nota, en una mera calificación, sino que pueda servir para que muchas otras mentes alocadas como la mía puedan echar a volar su imaginación, reflexionar con los temas que yo comento e indignarse con los asuntos que nos atañen...Es decir, para no ser unas mentes acartonadas, meros espectadores de los acontecimientos que pasan alrededor, sino ser los directores de la pelicula, controlar y comprender todo lo que vemos, oimos y sentimos.
Decir adiós a estar viendolas venir en el sofá...¡¡Bienvenidos a la reacción!!


jueves, 10 de noviembre de 2011

Ferrán Ramón Cortés. Escuchar con los ojos.



Este video que cuelgo aquí arriba es la entrevista realizada a Ferrán Cortés, un economista que ha escrito varios libros sobre la comunicación.
Principalmente, explica lo que todos ya tenemos por evidente: No sabemos escuchar. No digo que no sepamos estar atentos a lo que uno comenta, sino que no sabemos mirar más allá de las palabras, no nos damos cuenta de los gestos que realiza la otra persona. El estar atento a estos signos es importantísimo a la hora de relacionarnos, ya que si una persona es muy comunicativa, perfecto, porque entenderemos de forma clara lo que nos quiere decir. Pero ¿y si es una persona a la que le cuesta abrirse? Quizás no consista en intentar sacarle las palabras con sacacorchos, quizás valga simplemente con estar ahí, con escucharle con la mirada.
En un principio, nosotros podemos tener la capacidad de escuchar, y ya nacemos con una base para ello. Pero la verdadera escucha precisa de tener muy entrenadas las habilidades de observación, como bien dice Ferrán Cortés. Estas habilidades son dificiles de pulir, ya que uno por si sólo a lo mejor no se da cuenta de que no escucha como es debido. Además, todos sabemos cuando una persona nos escucha, pero pocos se lo comentamos al susodicho. 
He de mencionar que estoy completamente de acuerdo con el apelativo de "autismo social" que le ha puesto el entrevistado a las personas que no escuchan. Es cierto. No se puede desarrollar una relación si sólo habla una persona. Se debe dar un intercambio de información. Pero las personas que hablan sin parar pocas veces se dan cuenta de que están estancando la relación, que también debemos escuchar a la otra persona. 
No saber escuchar es un círculo vicioso: Si una persona que está hablando contigo no te deja hablar, tampoco se dará cuenta de que tus gestos intentan expresar que quieres participar en la conversación. Pero claro, la otra persona estará tan concentrada en expresarse que no se enterará de tus gestos, por lo que como no se lo digas verbalmente no va a parar de hablar. Pero rara vez tenemos el coraje de decirle a una persona hablardora que habla demasiado. Este es el peor de los casos. Logicamente, no se llega hasta ese extremo. 
"Sentirnos fotógrafos"
Esta es la metáfora que utiliza este escritor para poder escuchar más eficientemente. En la escucha se debe centrar nuestra atención a la escena, al igual que en la fotografía solo exíste lo fotografiado. El fotografo (nosotros) no existimos en es fotografía. Simplemente la hacemos. Pues a la hora de escuchar es lo mismo. Si intentamos mezclar lo que nos cuentan con nuestra opinión, no estaremos "ni en el plato, ni en las tajás", y al final la escucha será inefectiva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario