El Rumor

Al llegar a clase hemos un juego que yo ya conocía: El juego del rumor, que es parecido al teléfono escacharrado que jugábamos de pequeños.

Dos personas de la clase han salido a la clase contigua, han leído una noticia, y han tenido que intentar captar la información más relevante de dicha noticia. Esta información tendrán que pasársela personalmente a otras dos personas, que a su vez tendrán que contarle la información que ellos hayan captado a otras dos personas, y así sucesivamente. Cuando ya se ha pasado el mensaje a todas las personas de clase, la última pareja que haya recibido la información la ha puesto en expuesto a la clase. La base de esta dinámica es darnos cuenta de la cantidad de cambios que sufre un mensaje inicial al pasar por múltiples receptores. La cantidad de intermediarios por la que ha pasado el mensaje es directamente proporcional al cambio que ha sufrido el mensaje al pasar por ellos, es decir, que ha mayor cantidad de intermediarios más cambiará el mensaje. Aplicado a nuestra profesión, y a la vida cotidiana en general, tenemos que tener en cuenta que la información que nos llega no siempre es verosímil. Tenemos que tener en cuenta cual es la fuente de esa información, y por cuentas personas ha pasado, ya que podría llevar a malentendidos.

A este juego participamos muchas veces en mi antiguo trabajo. Yo trabajaba en una empresa de comerciales, es decir, de las personas que pasan por las casas a todas hora intentado venderte un producto. Cada mañana, antes de salir a trabajar, todos los trabajadores teníamos que ir una hora antes a la oficina de empresa, para que nos explicaran técnicas de trabajo en equipo, técnicas de motivación, y otra serie de técnicas que nos vendrían bien durante la jornada de trabajo. En un par de ocasiones, jugamos a este juego, con el fin de que viéramos como puede variar el mensaje al pasar de una persona a otra. Aplicado a mi trabajo, y como un ejemplo real, nuestro jefe de equipo nos decía “Tener muy en cuenta esta práctica que hemos hecho hoy, porque muchas de las personas con las que habléis hoy basarán su negativa en conjeturas de las personas de su alrededor, en experiencias que ellas hayan tenido con lo que nosotros intentamos suministrar. Tenemos que desmentir esta información, ya que ¿quién va a saber algo de nuestro producto mejor que nosotros mismos, que somos los que tenemos que venderlos? Si es algo bueno no pasa nada, si es malo, hay que rebatirlo.”

He de mencionar, ahora que hablo sobre mi trabajo, que no me aporto casi ningún beneficio económico. En cambio, si me aportó una nueva mentalidad con respecto a algunos valores, como lo son la motivación, la confianza en uno mismo y en lo que dice, amén de otros valores que traté de evitar, como la perseverancia a los continuos “no” de una persona, la necesidad de la productividad por encima de todo.